domingo, 10 de febrero de 2013

En un día de invierno

En un día de invierno enviaría mi cálido aliento
al muchacho que necesita mi calor en la noche
para que cure sus penas en este mal momento
y encienda la llama de sus manos y de su alma.
En un día de invierno entonaría un suave canto
que llegara al oído y corazón de ese muchacho
para que despejara los monstruos de su cuarto
y lo sustituyeran por dos caballeros guardianes.
En un día de invierno escribiría un corto cuento
que aliviara aquel dolor por echarme de menos
y sintiera mi presencia al menos por un minuto
que fuera como ángel diciendo 'cuanto te amo'.