jueves, 29 de marzo de 2012

En fin...

Hoy me he quedado estudiando en casa. Sí, la Huelga General 29-M me ha venido de perlas para adelantar lecturas pero, quieras o no, no me han dejado ir a clase porque, entre que un profesor está de "baja" (los jueves y viernes le duele la espalda) y que a las otras dos asignaturas no quieren ir mis compañeros porque han sentido la llamada de la cervezada, aquí estoy, informándome en periódicos digitales, telediarios y noticias msn sobre la huelga de hoy; al fin y al cabo, he intentado ser objetiva.
Sin embargo, no me ha gustado lo que he visto en comparación con lo que se creía que iba a ser: una huelga que defendiesen a los trabajadores, democrática (libre derecho de seguirla o no) y con piquetes informativos en el sentido estricto de la palabra. Casi nada de eso he encontrado.
Aquí en Ciudad Real casi todo transcurre con normalidad; el único cambio desde mi experiencia ha sido día libre y autobuses cada hora, por lo que mi hermano se tiene que ir (y volver) a pie a la zona del hospital para entrenar. Nada transcendental. Pero he ahí cuando me centro en Madrid y Barcelona.
En Madrid, la empresa de construcción de mi padre no ha puesto ha trabajar a sus empleados por razones obvias: trabajan en las calles. De modo que mi padre se ha tenido que quedar en Madrid sin ganar. Menos ingresos para esas familias, y para las familias de conductores (tanto públicos como privados) y  autónomos con pequeños comercios que cierran por temor a que le rompan su negocio. Quisiera decir que los considero como los más perjudicados: día que no abren, día que no ganan, y la cosa no está para echar cohetes.
Los que más han trabajado desde luego han sido los policías (no me gustaría ser uno un día como hoy) y los fabricantes de pegatinas de color rojo-comunista que pegan en escaparates de los comercios obligados a no abrir como si siguieran la huelga (y por lo tanto contabilizando en las encuentras de los sindicatos.)
Por ejemplo, en el no todavía inaugurado Mango de Ciudad Real hay pegatinas de "cerrado por huelga". Gracioso.
¿Cuánto han dicho, entre 70% y 80%? Y la gente se lo creerá...
Definitivamente, no veo que la huelga esté ayudando a los trabajadores si, los que realmente quieren trabajar y ganar dinero para vivir, se les insulta y apedrea. Bajo mi humilde punto de vista, precisamente son los que sienten el sentido de la responsabilidad y/o los que necesitan ese sueldo de la jornada. Más realistas, digo yo.
Mi opinión es que hay dos tipos predominantes de trabajadores: los que lo son porque ejercen un trabajo pero faltan a él, ya sea por bajas falsas o excusas de huelgas; y los que son trabajadores porque se merecen esa calificación. Son éstos últimos los que se están viendo afectados realmente, así son las cosas por desgracia.
Me gustaría preguntar a los que hoy van a ir a la manifestación , quienes por lo menos no se quedan haciendo el vago en sus casas sino que defienden lo que creen, si la huelga está ayudando al país.
Voy a poner un claro ejemplo, y son los piquetes. ¿Ayuda al país unas personas que bloquean las vías de circulación, tiran piedras, empujan a los clientes hasta que los echan de las tiendas, roban 2.000 € de una caja en Barcelona y arrojan contenedores entre otras cosas? Creo que la definición "vándalos" se les ajusta algo más que la de piquetes informativos de una huelga que, en teoría, debería ser democrática.
Señores, hoy he podido comprobar que no estamos para tonterías que se traducen en más pérdidas añadidas.
La mitad de España no se da cuenta que se está separando cada vez más de la otra mitad, y la divisiones no hace el poder. Aunque alguno piense que estas dos mitades representan al bipartidismo, yo más bien me refiero a los dos tipos de trabajadores.
Solo tengo una cosa más que decir: en fin...

domingo, 25 de marzo de 2012

A mi manera

Dedicada a los Erasmus en Ciudad Real.


miércoles, 21 de marzo de 2012

Lluvia, un paraguas y una tonta

Muy últimamente experimento en mi interior lo mismo que cuando llueve, abres el paraguas, y tras haber caminado un tiempo absorta en tus pensamientos, ves que eres la única que lo lleva abierto. Te das cuenta que puedes haber estado haciendo el ridículo un buen rato porque no te habías dado cuenta de que había parado de llover.
Esa sensación de "¿pero cuándo ha sucedido?" y "¿hace cuánto tiempo que estoy haciendo el tonto?" es lo que siento ahora.

martes, 6 de marzo de 2012

Quien no puede, es porque no quiere


Nuestros únicos impedimentos son el pesimismo y la falta de coraje.