viernes, 30 de septiembre de 2011

Protagonista del anonimato

Una vez más en la biblioteca, me atrevo a pensar que soy la nena que requiere tus cuidados, la x2 que pide ser hallada e incluso la subordinada pero dominante cita que no es nunca mencionada. Soy como aquellos besos que se mandan al aire, aquella rosa olvidada sobre la estela y aquel tropiezo que no fue advertido. Yo solía pertenecer a una maraña de dientes de león hasta el día que fui separada del resto, dando bandazos por el vaivén del deseo. Volátil, etérea, vaporosa... quedé enganchada y arrinconada... así quedé relegada a vivir detrás de las sombras.
Me he dado cuenta que debo dejar de ser ingerida por los que alaban la nada, esos que succionan las virtudes hasta quedarse incautadas por la indiferencia. Nunca me apodéis Antagonista, mas dejad de verme como la protagonista del anonimato.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Una oportunidad más

Si no me doy yo una oportunidad, ¿cómo puedo esperar que otros me la den?
Esto es simple pero complicado de recordar: si no encuentro la respuesta a la reticente pregunta de si debo seguir, tengo que plantearme si quiero dar la vuelta.  Hoy no.
Esta mañana de camino a casa, he descubierto que no todos los problemas tienen una solución concreta, pero sí su propia vía de escape... bueno, yo por suerte lo único que me puede calmar de momento es no parar de estudiar, aunque la gente espere otra conducta más propia. Definitivamente, he decidido vivir más sobre mis propias expectativas que en las ajenas, y menos aún en el mundo que pisan mis pies que solo me ofrece un presente desalentador.
Lo que me conviene es algo...que el tiempo dictaminará.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

La silla

Se dice que existe un objeto olvidado en una esquina de la estancia.


Es una silla, pero tiene un defecto, y es que está coja de tres patas. Así, sosteniéndose como puede, pasa desapercibida por quien pasa delante suya. Nadie la ve, nadie la siente... nadie sabe que está ahi, y que solo tiene una pata, nadie parece saberlo.

Resulta que un día la silla aparece reconstruída, con sus cuatro patas. Entonces todo aquel que atraviesa la estancia nota algo raro.
Anteriormente no sabían que la silla estaba allí, y ahora en cambio la localizan: pues hay una silla en la esquina. "La" silla, la de toda la vida.
Anteriormente no sabían que la silla estaba coja, y ahora en cambio se percatan: pues ahora tiene todas sus patas. "Ya" no está coja, ya no está defectuosa.

Qué casualidad que la silla siempre ha estado allí, con ellos, y a la vez nunca había sido percatada... pero ellos sí sabían que existía, que estaba allí e incluso que estaba coja, pero no querían verla. Sin embargo, cuando algo cambia, la realidad parece más evidente y piensan ¡anda!


Normalmente, ante las cosas buenas que tenemos delante de nuestras narices parecemos ser ciegos y, cuando dejan de serlo...las echamos de menos y nos lamentamos; o como en este caso, que las cosas malas (así como problemas ajenos) parece que las eludimos y las dejamos en un rincón, pero cuando se recuperan por sí mismas, a veces nos causa un avergozamiento un tanto merecido...

lunes, 5 de septiembre de 2011

Pequeños pasos

Da pequeños pasos hacia mí,
despliega tu abanico de encantos
y olvídate del resto del mundo.

Descorchemos nuestra mejor botella
que quiero brindar por la vida
y dile al violinista
que nos toque desde el tejado
notas de noche abierta.

Yo me pondré mi vestido para ocasiones celestiales,
ese de seda y cola larga
para que dibuje nuestros pasos de baile.

Podemos abrir los ventanales que dan al balcón
y quedarnos allí,
entre los jazmines y el farolillo de luz de luna.

Podemos mirarnos el resto de la noche
o bien cerrar los ojos,
cogernos las manos
y morir sintiendo nuestra piel...
 porque nos merecemos soñar*

sábado, 3 de septiembre de 2011

Vámonos

Me gustaría inventar un país contigo
para que las palabras como patria o porvenir,
bandera, nación, frontera, raza o destino
tuvieran algún sentido para mí.
Y que limite al este con mil amigos,
al sur con tus pasiones y al oeste con el mar,
al norte con los secretos que nunca te digo
para gobernarlos de cerca si los quieres conquistar.
Si tú también lo sientes, si a ti también te apetece,
no lo pienses, vámonos, ya somos dos.
por qué no me das la mano y nos cogemos este barco
celebrando con un beso que hoy es hoy.
Que nuestra patria existe donde estemos tú y yo,
que todo estará cerca si cerca estamos los dos.
Que nuestra patria existe donde estemos tú y yo,
que todo estará cerca, vámonos.
Me encantaría que nuestro país tuviera
un arsenal inmenso de caricias bajo el mar
para que al caer la noche yo encienda dos velas
para invadirte por sorpresa en la intimidad.
Con dos habitantes será el más pequeño del mundo
y sin embargo el más grande de todos los que yo vi.

(Geografía, La Oreja de Van Gogh)