jueves, 20 de octubre de 2011

Somos metamorfosis

Tienes mucha razón, es curioso cómo el tiempo pasa y el dinero se gasta, los problemas pasados se terminan olvidando, las amistades se van ajustando en su debida medida (nunca de más o de menos)... es así porque somos entidades metamórficas y nómadas. Verás, desde el día que existimos estamos en continuo cambio: un día cualquiera nacemos y compartimos esa evolución personal con la del resto. Durante nuestra limitada “vida” interaccionamos con nuestro entorno para mudar de personalidad, alteramos también nuestro cuerpo para cubrir nuevas necesidades, al fin y al cabo dejamos atrás caparazones menores con el fin de crecer. Esa es siempre la finalidad, crecer. Podrás creer que no nos diferenciamos demasiado de cualquier reptil o insecto, pues sabrás que mudan lo que ya no les sirve buscando una nueva etapa de su vida. O también podría ser buen ejemplo la crisálida, cuyo objetivo en la vida es la metamorfosis. Metamorfosis, ¿no crees que es un concepto alucinante? Te diré que deriva del griego y quiere decir transformación, ya que “meta” significa cambio y “morfe”, forma. Podemos sacar de todo esto que todo lo que hacemos a lo largo de nuestra vida es únicamente la metamorfosis, tanto anatómicamente como psíquicamente como éticamente; dime si me dejo algo. Bueno, y el cambio lleva implícita la palabra nómada. Además están muy interrelacionadas porque, históricamente, en el país de Numidia o Metagonitis para los griegos, sus habitantes eran denominados Nómadas por su costumbre de cambiar con frecuencia su pasto y llevar sus casas en carros, ¿curioso verdad? En fin, lo único que quiero transmitirte es que ¡no paramos! Nada, ni si quiera el tiempo, da tregua y nada está quieto o permanece de la misma forma en dos momentos distintos. ¿Tú te ves igual que hace dos años de nada? Quizás si te pregunto por ayer me digas que sí, pero el hecho de que no lo percibamos tanto no significa que no hayamos cambiado. Cada día aprendemos algo y olvidamos otro tanto. Sin embargo, ¿tú realmente piensas que terminamos de cambiar, por tanto de existir, cuando nos llegar la muerte? Yo no digo que sigamos vivos, digo que puede que sigamos cambiando. ¡Que existamos tras esta vida terrenal! Unos supondrán que existimos en la memoria de los que nos recuerdan, otros creerán que somos parte del cosmos (nuestro cuerpo se descompone y vuelve a la tierra como un ciclo sin fin, ya lo cantaban en el “Rey León”) y otros pocos como yo, sospecharán que sufrimos una metamorfosis mayor, la mayor que hemos experimentado desde que nos concibieron, y así seremos la misma entidad pero de distinta forma. Vuelvo a la idea anterior para concluir: somos nómadas que viajamos por mundos distintos cambiando constantemente. Somos metamorfosis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario