Si no me doy yo una oportunidad, ¿cómo puedo esperar que otros me la den?
Esto es simple pero complicado de recordar: si no encuentro la respuesta a la reticente pregunta de si debo seguir, tengo que plantearme si quiero dar la vuelta. Hoy no.
Esta mañana de camino a casa, he descubierto que no todos los
problemas tienen una solución concreta, pero sí su propia vía de
escape... bueno, yo por suerte lo único que me puede calmar de momento
es no parar de estudiar, aunque la gente espere otra conducta más
propia. Definitivamente, he decidido vivir más sobre mis propias
expectativas que en las ajenas, y menos aún en el mundo que pisan mis
pies que solo me ofrece un presente desalentador.
Lo que me conviene es algo...que el tiempo dictaminará.
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